La Fiscalía Nacional Económica (FNE) aprobó pura y simplemente la operación de concentración mediante la cual Copec adquirirá una estación de servicio ubicada en la comuna de Hualpén, Región del Biobío, cuyos activos son actualmente propiedad de Inmobiliaria y Administradora CGL Limitada (CGL).
Durante la investigación, la FNE llegó al convencimiento, en Fase II, que la operación no reduce sustancialmente la competencia, dado que las partes acreditaron que la empresa adquirida arrastraba una situación económica inviable e irrecuperable, que se profundizó con el estallido social y con la crisis del COVID-19, y que, por tanto, su salida del mercado era inevitable e inminente de no efectuarse la venta.
La Fiscalía también llegó al convencimiento que, de no realizarse la operación, la salida de la empresa y de sus activos del mercado dejaría a los consumidores en una peor posición, ya que perderían una alternativa de abastecimiento de combustible en la zona.
La investigación se inició el 25 de noviembre del 2019 y se desarrolló en dos etapas. Durante la primera, que se extendió por 30 días de acuerdo al plazo legal, se detectó que la operación podía generar riesgos sustanciales a la competencia. Por esta razón, la FNE amplió la investigación a una segunda fase por el plazo legal máximo de 90 días hábiles.
Durante esta segunda etapa la FNE confirmó la existencia de riesgos para la competencia a raíz de la operación, que serían aptos para reducir sustancialmente la competencia. Estos son principalmente de carácter unilateral y corresponden a un alza de los precios en el mercado geográfico analizado, así como también riesgos de coordinación.
Sin embargo, durante esta segunda etapa las partes presentaron la excepción de empresa en crisis.
Esta excepción está prevista en la Guía de Análisis de Operaciones de Concentración publicada el 2012 por la FNE, así como en la mayoría de los regímenes de control de operaciones de concentración en el mundo, y establece que las partes deben acreditar que la empresa adquirida se encuentra en una situación de crisis económica tal que llevará a su salida inevitable e inminente del mercado y que han realizado esfuerzos razonables para encontrar un comprador que fuera menos riesgoso para la competencia.
La FNE consideró que los antecedentes recopilados demostraron, al menos desde el año 2017, la situación evidente de insolvencia severa de CGL y su grupo empresarial, la salida inminente de sus activos y la inexistencia de otras opciones de venta, lo que motivó la aprobación pura y simple de la operación pese a los riesgos detectados.
Copec participa en la importación, transporte, almacenamiento y distribución de combustibles.
CGL es una sociedad que se dedica al giro inmobiliario, propietaria de los activos objeto de la transacción.
La resolución y el informe de aprobación serán publicados en la página web de la FNE una vez finalizada su versión pública.