La Fiscalía Nacional Económica (FNE) archivó una investigación iniciada de oficio, sobre las condiciones de mercado en la compra de leche cruda, a la cual se acumularon sucesivas denuncias, planteadas entre diciembre de 2011 y junio de 2017 por asociaciones gremiales de productores de leche y por los diputados, Carlos Recondo, Sergio Ojeda, José Pérez e Iván Flores, respecto de conductas de abuso unilateral o colectivo de posición dominante en perjuicio de los productores lecheros.
Durante el curso de su investigación, la FNE analizó las condiciones de competencia de largo plazo entre empresas procesadoras y el impacto que éstas tienen en los precios pagados a los productores por la leche fresca.
Para esto, se observó los movimientos de precios de compra de leche publicados por las plantas procesadoras (denominadas Pautas de Precios) de un período de casi diez años, ya que sólo cambian una o dos veces por año.
En el análisis, se confirmó una reducción paulatina de la intensidad de la competencia en el mercado de aprovisionamiento de leche cruda que, sin embargo, no es atribuible a conductas específicas de abuso de poder de mercado (sea individual o colectivo) imputables a las empresas investigadas.
La FNE concluyó que este detrimento de la competencia se explica por condiciones estructurales del mercado y que las medidas para resolverlos exceden el ámbito de la persecución de ilícitos anticompetitivos. Esto es confirmado por la experiencia internacional, que ha abordado los problemas de la industria láctea recurriendo a otro tipo de herramientas público-económicas para buscar su corrección, con distintos niveles de éxito.
En ese sentido, al término de su investigación, la FNE presenta algunas sugerencias sectoriales que han sido utilizadas a nivel internacional para promover la intensidad de la competencia en este mercado, enfocadas en (i) incrementar el poder de negociación de los productores y reducir la capacidad de los procesadores de imponer precios y condiciones de compra de leche cruda; (ii) reducir la interdependencia entre empresas procesadoras, dinamizando la competencia entre plantas y en los productos finales; y (iii) mejorar las condiciones de entrada para nuevos procesadores con menor escala.
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