Los bancos de Chile, Santander y BBVA se desistieron, por ahora, de constituir y operar una sociedad anónima de apoyo al giro bancario (SAG) que se dedicaría a prestar servicios para la administración y operación centralizada de los cajeros automáticos que poseen fuera de sus sucursales, luego de someter esta iniciativa al análisis de la Fiscalía Nacional Económica (FNE).
Las entidades informaron este plan a la FNE en noviembre de 2015, solicitando que fuese evaluado de acuerdo a la Guía para el Análisis de Operaciones de Concentración. A fines de septiembre pasado, la Fiscalía informó a las empresas que, en caso de perseverar en la operación, lo pertinente era que dieran inicio a un procedimiento de consulta ante el Honorable Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC).
Ante esta decisión, las partes notificaron a la FNE su intención de no perseverar por ahora en el perfeccionamiento de la operación, razón por la cual la FNE cerró la investigación.
En su informe de cierre del caso, la FNE señala que la creación de la SAG implicaba el riesgo de un actuar coordinado entre los bancos, lo que aumentaba la probabilidad de retiro de cajeros y reducía los incentivos para la instalación de nuevos cajeros y de otros, derivados principalmente del eventual ejercicio de poder de mercado por la SAG y los bancos que la conformarían.
El informe también descarta la existencia de eficiencias verificables, inherentes a la operación y aptas para revertir los riesgos detectados, e indica que las medidas de mitigación propuestas por los bancos resultaban insuficientes para contrarrestarlos.